Vermouth, una versatilidad italiana
El Vermouth y la ciudad de Turín son dos conceptos unidos bajo el concepto del buen gusto. La leyenda y la tradición de este licor italiano relatan que esta bebida ya era popular entre los Romanos. Sin embargo el Vermouth dulce tal y como lo conocemos actualmente nació en 1786, obra maestra de Antonio Benedetto Carpano, quien lo lanzó en el mercado internacional.
El Vermouth (también llamado Vermut en italiano) obtuvo un éxito veloz gracias a su sabor armonioso y placentero, ideal para un aperitivo, un cóctel o una pequeña pausa después de cenar.
El Vermouth, contrariamente a lo que se piensa, es un vino y no un licor, que se obtiene de una base (generalmente vinos nacionales, con un alto porcentaje de uvas trebbiano), adicional de infusiones de hierbas aromáticas y especias. Las más utilizadas son: genciana, vainilla, hinojo, ajenjo, mejorana, melisa, tomillo, salvia, azafrán, clavo de olor y lúpulo. Para obtener el color rojo de algunos Vermut se agrega caramelo.
El reglamento prevee una gradación alcohólica no inferior a los 14,5 grados y no superior a los 21 (un mínimo de 18 si consideramos el vermouth seco o dry).