Se ha firmado un acuerdo de libre comercio histórico entre China y Suiza, ya que es el primero entre Pekín y un país de Europa Continental. Una vez que quede ratificado, la Republica Popular quitará el 84,2% de sus barreras arancelarias y Berna le corresponderá eliminando el 99,7%.
Se trata de “una señal de que queremos abrir nuestro mercado”, declaró a los medios nacionales el Ministro de Comercio Gao Hucheng y “de nuestra voluntad de hacer pasos adelante para crear relaciones comerciales con los países europeos”.
En cambio la relación con la Unión Europea no es tan buena, especialmente con Bruselas, debido a los aranceles que ha aplicado a los paneles solares procedentes de China, a lo que el gigante asiático ha respondido abriendo una investigación antidumping sobre las exportaciones del vino europeo.
Por su parte Johann Schneider-Ammann, el jefe de las negociaciones de Suiza afirmó “estoy convencido de que este acuerdo permitirá a nuestros países duplicar los volúmenes de exportación en los próximos dos o tres años”.
Los detalles financieros del pacto también son cruciales, ya que permiten que Suiza tenga una plataforma para las transacciones internacionales en renminbi. En otras palabras, el acuerdo con Suiza representa un puente de ingreso para China en el continente.