Un estudio científico experimental publicado el 22.7.20 en British Medical Journal demuestra el impacto favorable de la suplementación dietética con Omega 3 e polifenoles sobre el rendimiento cognitivo y de aprendizaje. Alimento para la mente, en una breve reseña científica.
Funciones cerebrales y calidad de la dieta.
neurociencia celular y molecular permiten evaluar la energía requerida para las funciones cerebrales intrínsecas y continuas (Raichle, 2015). que muestran unsorprendente nivel de organización'y absorber alrededor del 20% del valor energético (kcal) tomado de la dieta, para la funcionalidad de un órgano - el cerebro - que expresa el 2% de la masa corporal. (1)
cada neurona se reconstruye constantemente, además, a partir de sus proteínas constituyentes. Por lo tanto, la nutrición y los elementos consumidos en la dieta pueden afectar el funcionamiento del cerebro. Ofreciendo los 'bloques de construcción' para crear y mantener las conexiones cerebrales esenciales para las habilidades cognitivas y de aprendizaje. Las variaciones y deficiencias también son capaces de producir efectos incluso a corto plazo. (2)
Omega-3, polifenoles y funciones cognitivas
El estudio Ensayo controlado aleatorizado de Roberts et al. (2020) se realizó en 1059 niños de entre 15 meses y 7 años, en diez pueblos de Guinea-Bissau. Con el fin de evaluar la eficacia de diferentes formas de suplementación dietética en el fortalecimiento de sus capacidades cognitivas y la salud general de sus cerebros, en el transcurso de 23 semanas. (3)
Un suplemento Se ha comparado un alimento rico en ácidos grasos Omega 3 y polifenoles vegetales -además de una amplia variedad de micronutrientes y un alto contenido en proteínas- con un alimento mixto fortificado (comida mezclada fortificada) comúnmente utilizado en programas de apoyo nutricional y una comida de control (desayuno tradicional a base de arroz).
La administracion del 'súper integrador' mostró ventajas significativas en la memoria operativa (memoria de trabajo), una función esencial que predice el rendimiento académico a largo plazo. Así como sobre la concentración de hemoglobina, el crecimiento, la composición corporal y el índice de flujo sanguíneo cerebral.
Tan pequeño bastaría para afectar favorablemente la vida y desarrollo de niños vulnerables en países de bajos ingresos. Si tan solo, más allá de la propaganda de los bares deportivos'ayudémoslos en casa', los gobiernos occidentales dedican a la ayuda internacional un mínimo de los recursos que las agencias de la ONU (UNICEF, FAO, OMS, WFP, IFAD) instan en voz alta.
Omega-3, vitaminas y minerales
Diferentes sustancias han mostrado un potencial impacto favorable en la actividad cerebral y la salud, pero solo algunos de ellos han sido probados de manera efectiva en ensayos clínicos en humanos. Nos enfocamos en aquellos que han mostrado los resultados más prometedores hasta el momento.
Omega-3. Los ácidos grasos poliinsaturados Omega3, además de tener una papel importante para el sistema inmunológico, puede ser útil tanto para mejorar la memoria como para reducir el riesgo de aparición de enfermedades crónico degenerativas (por ejemplo, el Alzheimer) y trastornos de atención. Sus efectos prometedores sobre la salud del cerebro han dado lugar a estudios clínicos para verificar la biodisponibilidad y los efectos sobre la salud de dosis más altas (4,5).
Vitamina B12. B-12 es una vitamina esencial para el desarrollo del cerebro. Se debe prestar especial atención a su ingesta en la cantidad diaria recomendada, como se vio, en dietas vegetarianas y veganas. Su deficiencia, en las etapas prenatal e infantil, puede afectar negativamente el desarrollo de las actividades cognitivas y la memoria. (6)
Magnesio. A su vez, el magnesio juega un papel importante en el mantenimiento de una función cerebral adecuada, con especial énfasis en la memoria y el aprendizaje, y en la salud en general. Su integración también es útil para ayudar a reducir enfermedades como la migraña. (7)
Aminoácidos
Triptófano. Es un aminoácido esencial, precursor de la serotonina. Esta última deficiencia está asociada con problemas cognitivos, de memoria y de lenguaje. Complementar con triptófano ayuda a aumentar la memoria y la atención. Además de tener un papel importante en la interacción entre el cerebro y el intestino (o segundo cerebro) y las funciones resultantes. (8)
La creatina. Aminoácido utilizado a menudo por los deportistas para aumentar los suyos. actuación, la creatina parece tener efectos positivos sobre las capacidades cognitivas, particularmente sobre la memoria y la inteligencia en sujetos sanos. Los vegetarianos y los veganos han mostrado mayores beneficios, también debido a la deficiencia relativa que a menudo se asocia con sus dietas. (9)
L-carnitina. Presente de forma natural en los tejidos del cerebro, tiene la función de transportar los ácidos grasos a las mitocondrias para obtener energía. Y también es capaz de realizar una función neuroprotectora, sobre todo gracias a su capacidad para reducir el estrés oxidativo, con un aumento de la memoria y de las capacidades cognitivas. (10)
Ginseng y gingko biloba
Ginseng (Panax Ginseng). Los extractos de esta planta son efectivos para mitigar y frenar los efectos neurodegenerativos del Alzheimer. Su eficacia es mejor en extracciones con agua y posterior concentración, frente a las realizadas por decocción. (11)
ginseng siberiano (Eleutherococcus senticosus). Un extracto de las hojas de esta planta ha demostrado, en estudios preclínicos, efectos positivos en las funciones cognitivas y en la mejora de la memoria. (12)
Gingko biloba. Es una de las especies de árboles más antiguas del planeta. Sus extractos se utilizan para la recuperación de capacidades cognitivas, perdidas a raíz de enfermedades neurodegenerativas. (13)
Polifenoles y melatonina
El lúpulo (Humulus lupulus). El xanhumol, un polifenol contenido en el lúpulo, tiene múltiples efectos positivos para la salud. Los estudios preclínicos indican su potencial contribución a la mejora de las capacidades cognitivas. (14)
El resveratrol. El polifenol contenido principalmente en las uvas de bayas rojas parece tener potencial para reducir la aparición y progresión de la enfermedad de Alzheimer. (15)
melatonina. Complementar esta hormona, producida naturalmente por el cerebro, puede mejorar el sueño y ayudar a retrasar la pérdida de cognición en la enfermedad de Alzheimer. (dieciséis)
. Evolución en los métodos de extracción, rendimiento y eficacia de los compuestos activos del ginseng (Kim et al., 2018)
. Desequilibrio de factores protectores (incluido el resveratrol) y factores de riesgo en la aparición del Alzheimer (Sawda et al., 2017)
Dario Dongo y Andrea Adelmo Della Penna
Nota
(1) Marcus E. Raichle (2015). El cerebro inquieto: cómo la actividad intrínseca organiza la función cerebral. Fil. Trans. R. Soc. B 370: 20140172, http://dx.doi.org/10.1098/rstb.2014.0172
(2) Meeusen et al. (2018). Suplementos nutricionales y el cerebro. Revista internacional de nutrición deportiva y metabolismo del ejercicio 28: 200-211, https://doi.org/10.1123/ijsnem.2017-0314
(3) Roberto et al. (2020). Efectos de la suplementación alimentaria sobre la función cognitiva, el flujo sanguíneo cerebral y el estado nutricional en niños pequeños en riesgo de desnutrición: ensayo controlado aleatorio. BMW 370: m2397, https://doi.org/10.1136/bmj.m2397
(4) jefe et al. (2016). Efectos de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 en la morfología y función del cerebro humano: ¿cuál es la evidencia? Neuropsicofarmacología europea 26: 546-561, http://dx.doi.org/10.1016/j.euroneuro.2015.12.031
(5) Arellano et al. (2020). Administración cerebral de ácido docosaxexaenoico suplementario (DHA): un ensayo clínico aleatorizado controlado con placebo. EBioMedicina 102883, https://doi.org/10.1016/j.ebiom.2020.102883
(6) venkatramana et al. (2016). Vitamina B-12 y cognición en niños. Adv. Nutrición 7: 879-88, doi: 10.3945 / an.115.012021
(7) De Baaj et al. (2015) Magnesio en el hombre: implicaciones para la salud y la enfermedad. Fisiol. Rev. 95: 1-46, doi: 10.1152 / physrev.00012.2014
(8) Jenkins et al. (2016). Influencia del triptófano y la serotonina en el estado de ánimo y la cognición con un posible papel del eje intestino-cerebro. Nutrientes 8: 56, doi: 10.3390 / nu8010056
(9) Avgerinos et al. (2018). Efectos de la suplementación con creatina en la función cognitiva de individuos sanos: una revisión sistemática de ensayos controlados aleatorios. Exp. Gerontol. 108: 166-173, doi: 10.1016 / j.exger.2018.04.013
(10) Ferreira et al. (2017). Funciones de L-carnitina y acetil-L-carnitina y neuroprotección en el cerebro en desarrollo. Neurochem. Res. 42(6):1661-1675, doi:10.1007/s11064-017-2288-7
(11) kim et al. (2018). Panax ginseng como tratamiento adyuvante para la enfermedad de Alzheimer. J. Ginseng Res. 42: 401-411, https://doi.org/10.1016/j.jgr.2017.12.008
(12) Yamauchi et al. (2019). Mejora de la memoria mediante la administración oral de extracto de hojas de Eleutherococcus senticosus y compuestos activos transferidos en el cerebro. Nutrientes 11: 1142, doi: 10.3390 / nu11051142
(13) bronceado et al. (2015). Eficacia y efectos adversos de Gingko biloba para el deterioro cognitivo y la demencia: una revisión sistemática y metanálisis. enfermedad de Alzheimer 43 (2): 589-603, doi: 10.3233 / JAD-140837
(14) Zamzów et al. (2014). Xanthohumol mejoró la flexibilidad cognitiva en ratones jóvenes. Comportamiento Cerebro Res. 275: 1-10, doi: 10.1016 / j.bbr.2014.08.045
(15) sierra et al. (2017). Resveratrol para la enfermedad de Alzheimer. Ana. Academia de Nueva York. Sci. 1403 (1): 142-149, doi: 10.1111 / nyas.13431
(16) lin et al. (2013) Melatonina en la enfermedad de Alzheimer. Int. J. Mol. Sci. 14: 14575-14593, doi: 10.3390 / ijms140714575