Nutrición durante el embarazo, estos son los alimentos que debes evitar
El embarazo es un período único y especial para la mujer 'embarazada', pero para poder vivir estos nueve meses al máximo, es necesario tener un cuidado extra, sobre todo en la alimentación. Debemos pensar que todo lo que ingerimos va para nuestro bebé. Por lo tanto, una nutrición adecuada es de fundamental importancia para su crecimiento.
Nutrición en el embarazo, no a los falsos mitos
No sólo debemos prestar atención a la cantidad de alimentos ingeridos -desechamos mitos como el de comer por dos- sino sobre todo a la calidad y seguridad de los alimentos. Durante el embarazo la mujer sufre una serie de cambios hormonales con descenso de las defensas inmunitarias, y consecuente reducción de la resistencia a enfermedades infecciosas. Por ello, se debe prestar más atención a la cocción de los alimentos, a la calidad y frescura de los productos.
Peligros ocultos en la comida
Hay algunas enfermedades relacionadas con la alimentación que si se toman durante el embarazo pueden acarrear problemas muy graves al bebé que tenemos en el útero como malformaciones fetales o aborto, por lo que hay que tener mucho cuidado y seguir unas pocas pero sencillas normas.
Algunas mujeres son inmunes a la toxoplasmosis, por lo que podrán comer más alimentos que aquellas que no lo son. Pero además de la toxoplasmosis (potencialmente presente en algunos alimentos crudos) debemos tener cuidado con algunas bacterias que se transmiten a través de los alimentos, como la salmonella, la listeria, la brucelosis y muchas otras.
Qué alimentos evitar en el embarazo
Esto no quiere decir que tengas que estar aterrorizada durante todo el embarazo con la pesadilla de lo que comemos, sino simplemente tomar algunas precauciones extra. Veamos brevemente qué alimentos evitar durante el embarazo.
Carne cruda o poco cocida. Puede ser portador de toxoplasmosis y salmonela, por lo que está bien consumirlo pero cocinándolo muy bien para eliminar el riesgo. Evite el tartar, el carpaccio, la carne picada y todas las carnes crudas.
Embutidos. Lo mismo se aplica a la carne poco cocida. Por lo tanto, evite el jamón crudo, la carne ahumada, la bresaola, el salami. En su lugar, puedes comer jamón cocido o mortadela.
Pescado crudo o poco cocinado. Es un potencial portador de salmonella y listeria. Por este motivo, evita el sushi y el tartar. También presta atención a los crustáceos y moluscos, que deben consumirse solo cocidos y muy frescos. El consumo de pescados como el atún, el pez espada, el mero y la lubina también debe ser moderado porque pueden contener mercurio.
Huevos crudos. Al igual que ocurre con la carne y el pescado, sólo deben consumirse cocidos. También preste atención a los alimentos que pueden contener huevos crudos, como tiramisú, mayonesa casera, ponche de huevo y salsas varias.
Quesos tiernos y leche cruda. Presta especial atención a los quesos mal conservados o con moho como el brie o el gorgonzola. Absolutamente no recomendado para beber leche cruda sin pasteurizar o recién ordeñada.
frutas y verduras crudas. Las frutas y verduras son fundamentales en nuestra dieta, pero durante el embarazo si las comes crudas hay que lavarlas muy bien con amuchina o bicarbonato y luego enjuagarlas muy bien. En el restaurante, evita comer la ensalada o macedonia, porque difícilmente se lavará con estas precauciones. Luz verde en cambio a las verduras cocidas.
Alcohólico. El alcohol en general y especialmente los licores fuertes están prohibidos durante el embarazo. De hecho, se ha demostrado que la ingesta de bebidas espirituosas durante el embarazo predispone a malformaciones fetales, retraso mental, retraso en el crecimiento del recién nacido y pérdida de peso al nacer. Algunos ginecólogos dan permiso para beber una copa de vino de vez en cuando, pero como no se sabe con precisión cuál es la cantidad alcohólica inofensiva, en general es mejor evitar el vino también, especialmente en el primer trimestre, el período en que se forman los órganos del niño por nacer.
Café Té. El café y el té se pueden consumir pero con moderación, sin exceder dos cafés o dos tazas de té al día. También redujimos las bebidas a base de cafeína por la misma razón. Para evitar los enérgicos (bebida energética) que son malos para la mamá y el bebé.
condimentos. No te excedas con los ingredientes. Reduzca la sal y no use demasiadas especias si su tracto gastrointestinal es más sensible.
Azúcares. Limite los azúcares, especialmente el azúcar agregado a los alimentos.
Con todas las precauciones indicadas, la alimentación durante el embarazo puede ser sana, sabrosa y equilibrada, rica en cereales que aportan la energía adecuada, hidratos de carbono, proteínas, fibras, frutas.
Y no olvidemos beber al menos un litro y medio/dos de agua todos los días, siempre útil para la hidratación.
paola dongo