vino blanco

Vino blanco italiano, aroma inconfundible

Malvasía, Greco, Arneis, Erbaluce... vino blanco italiano significa sumergirse en un universo de cualidades diferentes, cuya puesta en valor es muy a menudo reciente. Como es el caso de viñas autóctonas como Grillo y Catarratto en Sicilia, antes utilizadas casi exclusivamente para formar el coupage del famoso vino italiano Marsala, y hoy auténticas etiquetas que enriquecen la gran oferta del blanco nacional.

Los procedimientos de vinificación también han cambiado para adaptarse a productos que siguen una evolución en el consumo que se remonta a los años XNUMX. Tradicionalmente, para elaborar este tipo de vino se prescindía esencialmente de la fase de maceración, con la separación inmediata de la parte líquida del mosto de la sólida. En la actualidad se han introducido maceraciones controladas antes de la fermentación, que permiten mantener muchas más características aromáticas que antaño, enriqueciendo el bouquet con aromas afrutados y florales.

Este acercamiento a los verdaderos aromas naturales de la uva es una evolución positiva para el excelente vino blanco, gracias a la inmensa cantidad de variedades de uva que se han desarrollado a lo largo de los siglos en simbiosis con los territorios de la Península, asumiendo atributos únicos.