Harina

Harina italiana, no solo trigo

La harina en la tradición culinaria italiana es un ingrediente esencial. Pastas, panes, galletas y la gran variedad de postres italianos se elaboran con recetas milenarias, en las que se elige la harina según las propiedades que debe otorgar a la preparación.

En las especialidades italianas, la harina más o menos refinada se alterna con la versión integral. Dependiendo de la receta, puede ser trigo blando o duro, maíz u otros granos. Entre estos, el cáñamo sativa ha vuelto a la palestra. La harina italiana excepcional es también la de legumbres -de garbanzos, para preparar farinata- y de castañas.

En Italia, el trigo blando se cultiva principalmente en el valle del Po, mientras que la variedad “dura” es un cultivo típico de la zona sur de Italia, donde las condiciones climáticas son más favorables. A lo largo de la península también hay muchos cultivos de granos milenarios, cuyas características se han forjado a lo largo del tiempo en armonía con la naturaleza.