Cioccolato

Chocolate, alimento celestial

Chocolate, alimento de los dioses. Las sensaciones que da la degustación de un chocolate, un praliné, una deliciosa rebanada de salami de chocolate, un pequeño cuadrado de chocolate negro extra, son celestiales. Además, numerosos estudios la asocian con propiedades beneficiosas.

algunos componentes chocolate - preferiblemente oscuro - parecen tener una función cardioprotectora y antidepresiva. Y hasta despertar la misma emoción que uno siente al enamorarse. Quizá por eso, una vez degustado, es difícil parar. Sin embargo, teniendo en cuenta que aporta 500 calorías por cada 100 g, hay que aplicar estrictamente la regla del “poco pero bueno” de una alimentación sana y sabrosa.

En la búsqueda de la mejor calidad es útil conocer los principales trucos. Un buen producto debe estar frío al tacto, y suavizarse al contacto con los dedos. El aroma debe ser penetrante y agradable. Cuando se rompe, la tableta debe romperse limpiamente, con precisión, produciendo un sonido de estallido. Igualmente imprescindible es la correcta conservación en un lugar fresco y seco, pero no en el frigorífico. La temperatura ideal es entre 13 y 18 grados, con una humedad del 50%. Las excepciones son recetas como el salami de chocolate (que al cortarlo parece salami de carne) destinado a la nevera o al congelador.